jueves, 17 de enero de 2013

Venezuela: Entre paradojas y convulsiones



Venezuela: Entre paradojas y convulsiones

“I like the dreams of the future better than the history of the past”. (Me gustan los sueños de un futuro mejor más que la historia del pasado). Thomas Jefferson, 1 de agosto, 1816

Abordar nuestro tema habitual, vinculado con la energía y la Industria de los Hidrocarburos en Venezuela, se hace muy complicado cuando el entorno nacional está tan convulsionado.
En tales circunstancias, resulta imprescindible para nosotros dedicar un espacio importante para ocuparnos de ese entorno, antes de abordar nuestra materia, la cual, dicho sea de paso, se encuentra también estrechamente vinculada a la evolución de ese entorno nacional de acuerdo a los distintos escenarios que se puedan visualizar.

Hablar de principios constitucionales y democráticos, resulta ser, hoy día, imperativo. Sin duda, ha sido propicio revisar lo que los estadounidenses han denominado: “La sabiduría esencial de los padres fundadores”, un compendio de pensamientos, reflexiones, cartas y postulados que hombres demócratas a carta cabal, brillantes e inspiradores como George Washington, Thomas Jefferson, John Adams y Benjamin Franklin, dejaron para la historia.

Leerlos y reflexionar sobre lo escrito, sin duda nos ha llevado a concluir, de acuerdo con nuestro punto de vista, que el respeto a los preceptos constitucionales y el ejercicio mismo de la democracia, está hoy día, seriamente amenazado, no solo en nuestra América Latina, sino, incluso, en los propios Estados Unidos y, a no dudarlo, en muchísimos lugares del planeta.

Para circunscribirnos a nuestra Región, basta con mencionar lo que ocurre en Venezuela donde la flagrante y expresa violación a la Constitución que rompe el hilo constitucional tiene que resultarnos un indicador incontrovertible de este irrespeto a los preceptos constitucionales y democráticos que resalta aún más por el ensordecedor silencio de la mayoría de los gobiernos “democráticos” latinoamericanos que, de alguna manera, convalidan las inadmisibles declaraciones del Secretario General de OEA y, también, las pronunciadas por connotados cabecillas de la banda de aprovechadores del ALBA.

Para completar, tan triste escenario, debemos sumar las tibias y asépticas declaraciones provenientes del Departamento de Estado de los Estados Unidos que desdicen y contrarían, la esencia fundamental del pensamiento de sus “padres fundadores”.

En Venezuela se produce un golpe de Estado, camuflado bajo el manto de un Tribunal Supremo de Justicia que esta subyugado, como todos los demás Poderes Públicos en Venezuela, a los dictámenes del Ejecutivo y las apetencias de un proyecto político regional, cuya fuente ideológica principal, alimentada por la necesidad de supervivencia, proviene de castrismo cubano.
Esta es la realidad que, patéticamente, quiere ser ocultada, dentro y fuera de Venezuela, obedeciendo a los intereses que someten a los principios democráticos que se ocultan y subyacen, en la excusa de preservar una supuesta “estabilidad” nacional y regional que solo el chavismo en el poder, puede garantizar.

En nuestra opinión, la cual sustentamos en el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el actual gobierno es absolutamente ilegítimo, usurpador e inconstitucional y el norte inequívoco tiene que ser restituir el hilo constitucional y reivindicar los preceptos de la democracia. Formas y mecanismos hay muchos y de muy variadas características. Apostamos por los que se circunscriben dentro de los mecanismos constitucionales y los instrumentos democráticos. Propulsamos la denuncia internacional, aupamos las posiciones firmes pero cautelosas, inteligentes y astutas. Estamos persuadidos que no es necesario para ello, ofrecer un reconocimiento tácito o explícito a una gestión que, a todas luces, se sustenta en la violación de importantes preceptos constitucionales como lo han hecho, connotados dirigentes políticos venezolanos.

Con relación a la actuación del Secretario General de la OEA, es muy poco lo que hay que agregar, luego de su abierta parcialización política con el régimen de gobierno en Venezuela, actuando en detrimento de las bases democráticas y constitucionales de la Carta Democrática Interamericana, solo podríamos agregar que necesariamente tenemos que coincidir que el mejor calificativo para definir su personalidad y comportamiento lo expresó el propio Hugo Chávez, hace ya un par de años atrás.

Sin embargo, el planeta continúa rotando, el tiempo sigue corriendo y la vida continúa su curso. Mientras estos acontecimientos políticos se desarrollan, el acentuado deterioro económico del país no se detiene; los índices de inseguridad y violencia continúan su desenfrenada carrera en busca de un nuevo record; la descomposición del tejido social venezolano se agudiza, cuando la soberanía solo forma parte de un discurso vacío y, además, la entrega de la identidad como Nación se profundiza. A pesar de todo esto,siempre habrá Venezuela y por tanto, siempre tendremos la esperanza de ver surgir un nuevo liderazgo con coraje suficiente para asumir los retos y vencer las dificultades. Estaremos atentos para sumarnos en esa tarea.

“Our obligations to our country never cease but with our lives”.
“(Nuestras obligaciones para con nuestro país no cesan sino con la vida)”
.

John Adams, 18 de abril, 1808.

¿Qué pasará con PDVSA?

Responder esta pregunta, en medio de la gran cantidad de absurdos políticos y disparates judiciales y violaciones constitucionales, resultaría cuando menos osadía sin límites de nuestra parte. Para empezar, Rafael Ramírez continúa asumiendo decisiones como Ministro de Energía y Petróleo, además de Presidente de PDVSA, sin que nadie lo haya elegido, ni ratificado, ni nombrado. Sencillamente por inercia, continúa en los cargos mencionados.

La empresa, mientras Ramírez se ocupa de acompañar a Cabello en su visita a Cuba, continua a la deriva, arrastrada por la corriente de la lógica de los negocios, impulsada contra un farallón que la hará encallar, a muy corto plazo, de no corregirse su rumbo.

La producción de crudo, aun contando con la ayuda de las transnacionales capitalistas y/o comunistas, pero ambas imperialistas, no le permitirá a la empresa compensar el déficit de flujo de caja que se produce en función de:

* la entrega de 300 mil barriles de crudo que se hacen a China para pagar los préstamos contraídos;

* los envíos de 125 mil barriles diarios a Cuba para mantener el régimen castrista y pagar sus servicios de toda índole;

* los 80 mil barriles de crudo y productos que se entregan a Petrocaribe cuya objetivo primordial es mantener el apoyo político de países caribeños y de la mayoría de los países del CARICOM en la OEA;

* los indeterminados volúmenes que se entregan a los países “hermanos” del ALBA, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, esto en función de los requerimientos de Daniel Ortega para ALBANISA, manejada como empresa privada que comercializa crudos y productos en el mercado, además de otros productos como aceite de palma, café, etc.

* los barriles que sirven para pagarle a Bielorrusia y Rusia, los que ayudan a Argentina y Uruguay, los que soportan a Siria e Irán.

* comprar gasolina en los Estados Unidos y Brasil, requerida para el consumo interno como consecuencia de la negligencia y la desidia con que se ha manejado la empresa por una década y que sirve además, para mantener el contrabando que rinde beneficios importantes a mafias y organizaciones que brindan apoyo al régimen.

Con relación a la refinación, la situación no luce tampoco nada halagadora, las expectativas de mejorar y/o aumentar la capacidad de refinación lucen poco menos que imposibles, a corto plazo. Ni hablar de los pagos por los servicios de deuda, los vencimientos de bonos y sus intereses, los préstamos bancarios y los mili-millonarios pagos a proveedores.

En fin, un panorama que requiere muchas líneas que hoy no tenemos, además precisamos tener un compás de espera, para ver si las aguas turbulentas que abaten el mundo político se calman y se aclara el panorama.


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