domingo, 11 de marzo de 2012

País emboscado

Venezuela necesita remeros que la lleven a buen puerto. La oposición debe seguir tocando las puertas y vigilando al CNE
Julio Portillo/Historiador

Es vergonzoso el papelote del presidente Chávez. Su antiguo excesivo vigor está disminuido. 

El escenario trasluce la falta de una diplomacia nacional. De la misma manera que anteriormente Fidel Castro nos anunciaba desde La Habana el estado de salud del Presidente de Venezuela, ahora es el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien nos informa cuándo regresará al país el mandatario nacional. Una mini cumbre en la capital cubana sirvió para decidir asuntos internos de Venezuela. No valen expertos ni asesores, allá se decide en un encuentro no oficial, esta vez sin despliegues de verbosidad, lo que se hace con la pobre Venezuela.


El infalible jefe de Estado, en su penosa situación, dirige al país desde el exterior en contra de lo establecido en la Constitución Nacional. Ya es hora de poner fin a esto. Al término de la pasada visita de Santos a Caracas se fue satisfecho, consiguió todo lo que se había propuesto. Ahora regresa a Bogotá muerto de risa, palpa lo que es una Venezuela dirigida por los que portan las bayonetas y no por lo que saben de diplomacia.

Mientras tanto en Venezuela los problemas crecen. Los presos en las cárceles reclaman sus juicios, al tiempo que la imparcial presidenta del Tribunal Supremo proclama su adhesión a la revolución. Los jóvenes y los venezolanos en el exterior reclaman al CNE que permita las inscripciones en el Registro Electoral y deje de disuadirlos colocándoles toda clase de obstáculos para que no ejerzan su derecho al voto el 7 de octubre.

Diosdado Cabello, más que presidente del Poder Legislativo parece un guapetón de barrio y aprovecha el hecho de la silla vacía para recorrer el territorio "por si acaso". El país se encuentra emboscado. Ojalá el incidente de la agresión a Capriles no presagie una guerra civil, que después los historiadores tienen que descifrar el hecho en que le dio inicio.

Venezuela necesita remeros que la lleven a buen puerto. Hay que dejar al sector oficial preocupado sobre qué hacer con su líder. La oposición debe seguir tocando las puertas y vigilando al CNE, incluso derribar la puerta de la sala de cómputos para impedir cualquier trampa.

FUENTE:laverdad.com

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