sábado, 23 de abril de 2011

Venezuela "expresumida"


Decir cualquier cosa a favor de nuestra Venezuela actual por su situación de caos generalizable es una barbaridad

- Natalia Sánchez/Socióloga /julio120735@gmail.com - -
A mí me daría pena, si fuera presidente de Venezuela, o tuviera algo que ver con su Gobierno compararnos con cualquier país de aquellos que siempre nos parecieron pobrecitos. Decir cualquier cosa a favor de nuestra Venezuela actual por su situación de caos generalizable es una barbaridad. El caos comienza por la puerta internacional, el aeropuerto de Maiquetía, ese sí es verdad que debe ser sin lugar a dudas el peor aeropuerto de Suramérica.
Yo supongo que si un peruano, un chileno, un colombiano, para no decir un brasileño visita por mi primera vez ese país petrolero que se jactaba de ser de los más modernos y urbanos de la década de los 70, y donde recuerdan haber escuchado que se exhibe la riqueza en oro y se encuentran con semejante aeropuerto desordenado, con una estructura estancada, con un millón de problemas, donde la modernización a lo que más ha llegado es a ampliar lo mismo que ya había, seguramente nuestros hermanitos suramericanos dirán que se equivocaron de país.
Y más todavía con el bombardeo de publicidad que manifiesta el primer gobernante que se ha encargado de dejar claro a punta de regalitos y compromisos que somos "seguramente el país más rico del hemisferio sur latinoamericano". Claro, ese título heredado por ser petroleros siempre ha estado en la conciencia colectiva de quienes no son de este país, por la actitud que los venezolanos hemos manifestado en las últimas décadas viendo por encima del hombro a todos estos hermanitos que seguramente podrían hacer lo mismo con nosotros ahora, y peor, pues dirán que ellos han alcanzado cierto orden y bienestar sin tener petróleo y nosotros sólo alardeamos de un país que no tenemos.
Pero lo que sí ha cambiado es que los venezolanos antes nos sentíamos ricos, pero ahora no. El canto de sirena bolivariano ya no se escucha igual. La basura, la impunidad, la anarquía, la inseguridad, la inflación, la pobreza, el caos urbano, la sordera ministerial, los problemas de infraestructura, lo que es la realidad del país, acabó con él. Ahora sólo tiene su reducto en un canal de televisión, que nos muestra un país que no somos, que no fuimos y que podemos llegar a ser sólo si hacemos lo contrario a lo que hasta ahora ha hecho este Gobierno. ¿Un país rico? Lejos de serlo.
FUENTE: La Verdad

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