ELIANA PINEDA A. /PERIODISTA /ELIANAPINEDA@HOTMAIL.COM
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Capillita de La Chinita: 84 años de historia
Capillita de La Chinita: 84 años de historia
Desde hace cinco meses en el pequeño templo no se ofician misas. La capilla desde su creación no tiene un sacerdote designado.
La Verdad - Jolitze Isea García - Cabimas
Hace 84 años en un terreno baldío de la calle Curazaíto, del sector R-10, vivía Eduardo Cedillo. Su mayor frustración la representaban sus vecinos, quienes se oponían a la construcción de su vivienda. Un día, en sus perennes oraciones, le ofreció una promesa a La Chinita: Si lograba cimentar sus sueños, levantaría una capillita en su honor.
El repentino cambio de opinión de sus vecinos le confirmó a Cedillo que la fe mueve montañas. El hombre no está para contar su historia, murió hace 30 años, pero su esposa, con quien compartió un poco más de tres décadas, María de Cedillo, la relata como si fuese ayer.
Luego de conocer la aprobación de los vecinos de la parroquia Jorge Hernández, Cedillo comenzó a construir en los cinco metros de ancho por 10 de largo los muros de bahareque que simularon la fachada de la Capillita de La Chinita: un espacio pequeño y espiritual en Cabimas. Desde entonces, es visitado por propios y extraños. "Como una muestra de amor, en agradecimiento a la Virgen y pensando en la comunidad, en la esquina de nuestra casa construyó la iglesia".
Los habitantes, al ver la iniciativa, también aportaron su grano de arena. En el lugar sólo existía maleza y escombros. Culminada su construcción la devoción se afianzó en la comunidad. Ahí hacen misas dominicales, matrimonios, comuniones y se ha celebrado eucaristía en honor a su creador.
María cuenta que durante la construcción, representantes de la Cámara Municipal de entonces paralizaron la obra alrededor de cuatro veces. Alegaban que el terreno era ejido. Sin embargo, la insistencia y el apoyo de los vecinos fueron mucho más fuertes.
"Eduardo era un hombre muy devoto, aferrado a Dios y a los santos, era muy querido por los vecinos, hasta la fecha su nombre resalta entre los habitantes porque su fe iba más allá de las montañas".
Acto de bondad
Manuel, el mayor de sus tres hijos, refirió que en 1969, su padre, como un acto de desprendimiento, cedió la iglesia a la parroquia San Juan Bautista. Señala que unas de las razones fue porque el episcopado nunca asignó un sacerdote y a pesar de los años la situación persiste. "El deseo de toda la comunidad y de nuestra familia es que designen un sacerdote y no depender de las colaboraciones".
Reveló que desde hace seis meses las puertas de la iglesia fueron cerradas para oficiar las misas dominicales. Sólo los miembros de la Legión de María asiste al templo para ofrecer las catequesis a los niños y adolescentes de la parroquia.
A pesar de que la estructura de la capilla de La Chinita aparenta estar intacta, no es así. Están agrietadas las bases que sostienen las paredes y en el piso de mosaico. Desde hace cinco meses no se ofician misas. La capilla desde su creación no tiene un sacerdote designado. La familia Cedillo solicitó a los entes gubernamentales a que colaboren con el templo que durante años le ha rendido honor a la Virgen Morena, patrona de los zulianos.
Cabimense ejemplar
Eduardo Cedillo nació en Cabimas y se caracterizó por su espíritu colaborador. En 1960 el Colegio de Médicos lo autorizó para que medicara a los enfermos por ser conocido como un doctor empírico.
Hoy, su nombre sigue resaltando. Los vecinos del sector Curazaíto, solicitaron a la Gobernación que la escuela rural del lugar, lleve su nombre para agradecer y rememorar su lucha por la comunidad.
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